Animal print, en español “estampado animal”, ha sido muchas veces tendencia en la moda. Ha ido y vuelto varias veces y durante varias temporadas, pero desde hace un par de años se instaló para no abandonarnos más. Este estilo es temido por muchas mujeres al creer que usándolo lucirán lobas, pero muchas otras saben el poder de llamar la atención que tiene. Este tipo de estampados que viven entre odios y amores, llegaron para quedarse en nuestros armarios, renovándose para todos los gustos.
Cebra, leopardo, jaguar, tigre, pitón e infinidad de motivos animales hemos visto en las pasarelas del mundo; un año de forma literal hasta llegar al punto de estampar las fotos del animal completo, y otros con modificaciones e intervenciones en color. Sin importar cual sea tu preferida, el animal print es un estampado de poder, llamativo y muy glamuroso si se lleva con estilo.
En la prehistoria y la antigüedad, los hombres empezaron a usar pieles de animales, primero para protegerse del clima y luego para adornarse o camuflarse. De esta manera conseguían autoridad desde lo visual, ya fuera empoderándose ante sus semejantes al exhibir la piel de lo que se había cazado, intentando asustar a sus presas o pasando desapercibidos por un momento para lograr atraparlas. Todas estas connotaciones y más, tiene el animal print en nuestro subconsciente, por esto es que muchos lo catalogan como estampados de poder, hechos para conseguir lo que se quiere y destacarse ante los demás.
Los referentes desde lo estético, hablan de sitios exóticos, selvas y calidez; de sacar algo de nuestro lado animal para que se convierta en el punto focal de nuestro look. Podemos vestirnos de animal de pies a cabeza, por partes o en detalles puntuales dentro del outfit, todo depende del riesgo que queramos correr y cuanto queramos llamar la atención; pero lo más importante a la hora de decidir qué prenda o accesorio llevar está en mirar su terminado y calidad. Una prenda de animal que luzca barata o de mala calidad, sin duda, le quitará todos los puntos a un look con estilo y logrará muy seguramente el efecto contrario en los demás; porque tenderá hacia el mal gusto. Los estampados de animal print son muy reveladores en ese sentido.
Cebra, leopardo, jaguar, tigre, pitón e infinidad de motivos animales hemos visto en las pasarelas del mundo; un año de forma literal hasta llegar al punto de estampar las fotos del animal completo, y otros con modificaciones e intervenciones en color. Sin importar cual sea tu preferida, el animal print es un estampado de poder, llamativo y muy glamuroso si se lleva con estilo.
En la prehistoria y la antigüedad, los hombres empezaron a usar pieles de animales, primero para protegerse del clima y luego para adornarse o camuflarse. De esta manera conseguían autoridad desde lo visual, ya fuera empoderándose ante sus semejantes al exhibir la piel de lo que se había cazado, intentando asustar a sus presas o pasando desapercibidos por un momento para lograr atraparlas. Todas estas connotaciones y más, tiene el animal print en nuestro subconsciente, por esto es que muchos lo catalogan como estampados de poder, hechos para conseguir lo que se quiere y destacarse ante los demás.
Los referentes desde lo estético, hablan de sitios exóticos, selvas y calidez; de sacar algo de nuestro lado animal para que se convierta en el punto focal de nuestro look. Podemos vestirnos de animal de pies a cabeza, por partes o en detalles puntuales dentro del outfit, todo depende del riesgo que queramos correr y cuanto queramos llamar la atención; pero lo más importante a la hora de decidir qué prenda o accesorio llevar está en mirar su terminado y calidad. Una prenda de animal que luzca barata o de mala calidad, sin duda, le quitará todos los puntos a un look con estilo y logrará muy seguramente el efecto contrario en los demás; porque tenderá hacia el mal gusto. Los estampados de animal print son muy reveladores en ese sentido.
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